Nociones bipolares en RPG. Artículo adicional y aclaraciones (parte 2)

En el artículo publicado en enero, hablé sobre el taoísmo, que nació en China entre los siglos V y IV A.C. Se desarrolló particularmente en la región occidental de China, antes de perder gradualmente su influencia.

Sus variantes, el Yin y el Yang, conocidas por todos, son los principios básicos para todos los fisioterapeutas que practican la Terapia Manual RPG.

Esta variación bipolar, que encontramos en toda la fisiología neurofibromuscular de nuestro sistema musculoesquelético, cuya corrección es la especialidad de los fisioterapeutas de terapia manual RPG, puede declinarse infinitamente.

La complementariedad de este par aparece más claramente en las áreas del cuerpo cuyo funcionamiento es fisiológicamente correcto. Se trata de una sinergia perfecta.

Por otro lado, en todas las áreas que presentan disfunciones y que representan el grueso de nuestros pacientes, el aspecto antagónico es más evidente: deformidades morfológicas, retracciones musculares, dolor, etc.

Sin ser tal vez consciente de ello, entonces tratamos, según el principio bipolar Yin/Yang, infinitamente declinable, desequilibrios morfológicos, retracciones musculares, dolor, etc.

Al igual que Mr. Jourdan, que escribía prosa sin saberlo (Le Bourgeois Gentilhomme, de Molière, Acto II, escena IV), observamos que la complementariedad de esta bipolaridad es evidente en el caso de la normalidad fisiológica. Es, en cambio, desequilibrado en el caso de las patologías, sean las que sean.

Como ya hemos mencionado, el Yin es más característico de la función estática, el Yang, de la función dinámica. Y estamos asistiendo a una mayor frecuencia de patologías Yin: deformidades morfológicas, retracciones musculares, dolores, etc.

Esto justifica por qué la RPG se denominó inicialmente un «método de corrección postural global».

Para los taoístas, la declinación bipolar es parte de un Tao global, el principio fundador que gobierna nuestras vidas y que, a pesar de todos los posibles avances en filosofía, metafísica o teología, permanecerá para siempre en el misterio.