Artículo publicado en Journal of Physical Education and Sport ® (JPES), Vol 19 (Supplement issue 4), Art 211 pp 1453 – 1459, 2019
online ISSN: 2247 – 806X; p-ISSN: 2247 – 8051; ISSN – L = 2247 – 8051 © JPES

Publicado online: 31 de julio de 2019
(aceptado para publicación el 5 de julio de 2019)
DOI:10.7752/jpes.2019.s4211


Título original: Effect of the Global Active Stretching (SGA®) for restoring the normal values of thermal asymmetry
Artículo original (en inglés): archivo pdf

Lo que sigue es una traducción al español usando en parte métodos automáticos. En caso de dudas con la información aquí presentada o si algo no parece correcto, refiérase siempre al artículo original.

HELENO ALMEIDA JÚNIOR 1, AFRÂNIO DE ANDRADE BASTOS 1, FELIPE JOSÉ AIDAR MARTINS 1, RAPHAEL FABRICIO DE SOUZA1, CARLOS OTAVIO DAMAS MARTINS2, ALISSON GOMES DA SILVA3, 4, THIAGO ABNER SOUSA5, RICARDO PRUNES REGI6

1Programa de Posgrado en Educación Física de nivel Maestría, Universidad Federal de Sergipe – UFS, BRASIL.
2Departamento de Ingeniería de Materiales – UFS, BRASIL.
3Programa de Posgrado, Universidad Federal de Viçosa, BRASIL.
4Escuela Preparatoria de Cadetes de la Fuerza Aérea – EPCAR, BRASIL.
5Programa de Posgrado en Ciencias de la Salud, Universidad Federal de Sergipe – UFS, BRASIL.
6Clínica de Rehabilitación – ReabFisio, BRASIL.

Autor para correspondencia: HELENO ALMEIDA JÚNIOR, E-mail: heleno.taichi@gmail.com

Resumen

Cada vez más competidores nuevos de Jiu-Jitsu Brasileño* participan en varias competiciones en diferentes niveles durante todo el año. La mayoría de estos competidores están en el nivel de cinturón azul y tienen una mayor incidencia de lesiones en hombros y codos. Ante este hecho, surge la necesidad de desarrollar estrategias de prevención de lesiones que puedan ser prácticas, eficientes y fáciles de insertar en la rutina de entrenamiento del competidor. Basados en el parámetro de que las asimetrías térmicas en las regiones contralaterales pueden indicar procesos inflamatorios y que la práctica de estiramientos durante 10 minutos puede tener efectos antiinflamatorios, buscamos analizar la práctica de Stretching Global Activo (SGA®) en la ayuda de la mantención y restitución de los valores normales de asimetría térmica para las extremidades superiores de los atletas de jiu-jitsu. Analizamos mediante termografía las siguientes regiones del cuerpo: hombro, brazo, codo y antebrazo, considerando vistas anterior y posterior de cada una y comparando la región contralateral correspondiente. Realizamos la captura de imágenes térmicas (termogramas) en tres días consecutivos, para poder obtenerlas en tres momentos (previo, 24h después y 48h después). Realizamos una auto-postura de SGA® por 15 minutos al día siguiente después de la competencia de jiu-jitsu. Los resultados indican que es más ventajoso practicar SGA® que solo descansar por 48 horas después de la competición. Se concluye que la práctica de la auto-postura de SGA® puede restaurar los valores normales de asimetría térmica en la región posterior del antebrazo, lo cual es un factor interesante para acelerar el proceso de recuperación.

Palabras clave: Stretching global activo; lesiones; asimetría; jiu-jitsu brasileño*; termografía.

*N. del T: el Jiu-Jitsu brasileño es un arte marcial y deporte de combate que se enfoca en técnicas de lucha en el suelo y de sumisión. Originario de Brasil, se basa en la práctica del judo y ha evolucionado a lo largo de los años incorporando técnicas de lucha libre y otros estilos de artes marciales.

Introducción

En la actualidad, la creciente popularidad del Jiu-Jitsu Brasileño en todo el mundo ha estimulado tanto la creación de competiciones como la aparición de nuevos atletas. La mayoría de los competidores de jiu-jitsu están en el nivel de cinturón azul y se ven afectados por una mayor incidencia de lesiones en el hombro y el codo (Kreiswirth et al., 2014; Scoggin et al., 2014). Por lo tanto, es necesario desarrollar estrategias para la prevención de lesiones (Scoggin et al., 2014; Kreiswirth et al., 2014).

Con los avances en tecnología, el uso de la termografía infrarroja (IRT) ha aumentado dentro de los programas de prevención de lesiones para deportes. La IRT es una herramienta que permite visualizar el calor radiado desde la superficie del cuerpo y medir la temperatura de la piel (TSK) de forma rápida, no invasiva y sin contacto físico (Vargas et al., 2009). Entre sus posibilidades de aplicación, destacamos la identificación temprana de disfunciones térmicas corporales que pueden estar relacionadas con procesos inflamatorios resultantes del ejercicio físico (Arnaiz-Lastras et al., 2014). La medición del TSK después de la competición ha sido sugerida recientemente como una estrategia útil en el manejo de la carga de entrenamiento, ofreciendo información sobre el estado de recuperación muscular (Fernandes et al., 2017).

En condiciones normales, el TSK podría ser similar entre las regiones contralaterales del cuerpo (Gatt et al., 2015). Se han informado patrones de simetría térmica en adultos (Marins et al., 2014b) y en jóvenes futbolistas no lesionados (Marins et al., 2014c). Por el contrario, las asimetrías térmicas se han asociado con anormalidades fisiológicas y estructurales en los atletas (Hildebrant et al., 2010), lo que puede estar directamente relacionado con la sobrecarga de entrenamiento, la recuperación incompleta y el daño muscular inducido por el ejercicio (Fernández-Cuevas et al., 2014).

Marins et al. (2015) propusieron una escala de nivel de atención, según las diferencias de TSK obtenidas entre las regiones de interés (ROIs) contralaterales del cuerpo, considerando: (a) Normal: asimetrías ≤ 0,4 °C; (b) Monitoreo: asimetrías ≥ 0,5 °C (se recomienda volver a evaluar y ver si hay una influencia de algún factor externo); (c) Prevención: valores entre 0,8 °C y 1,0 °C (se sugiere una reducción de la carga, o incluso la suspensión del entrenamiento, y una evaluación médica o fisioterapéutica); (d) Alarma: valores entre 1,1 °C y 1,5 °C (suspensión inmediata del entrenamiento y evaluación médica o fisioterapéutica); (e) Gravedad: asimetrías ≥ 1,6 °C (sugiere una asimetría con características patológicas o una lesión importante, con recomendación de evaluación médica o fisioterapéutica).

A pesar de los avances en la identificación previa de posibles lesiones, es necesario implantar procedimientos prácticos en la rutina de entrenamiento de los atletas para prevenirlas. Entre los procedimientos, está la práctica de estiramientos. Sin embargo, la implantación de este tipo de entrenamiento en la rutina de los atletas aún genera desacuerdo en la comunidad científica a lo largo de los años (Hebert et al., 2013; ACSM, 2014; Lewis, 2014). Tales discrepancias también se encuentran cuando el tema se dirige específicamente a la práctica de estiramientos en Brazilian Jiu-Jitsu (Costa et al., 2009; Oliveira et al., 2014).

Sin embargo, los estudios muestran que el mantenimiento del stretching durante 10 minutos tiene un efecto directo sobre el mecanismo regulador de la inflamación en el tejido conectivo (Berrueta et al., 2016). Esta conclusión difiere completamente del tiempo de mantenimiento recomendado para los ejercicios de stretching convencionales. El enfoque convencional recomienda una duración de aproximadamente 10 a 30 segundos, lo que ya ha sido utilizado en estudios que involucran a Jiu-Jitsu (ACSM, 2014; Costa et al., 2009; Oliveira et al., 2014). En otras palabras, existe la hipótesis de que la realización del stretching con el tiempo y cuidado adecuados, tal como se utilizó en el estudio de Berrueta et al. (2016), puede ayudar en el mantenimiento y restauración de los valores normales de asimetría térmica.

A pesar de los avances en la identificación previa de posibles lesiones, también es necesario implantar procedimientos prácticos en la rutina de entrenamiento de los atletas para prevenirlas. Los ejercicios de estiramiento se proponen comúnmente con este objetivo, aunque realizar este tipo de entrenamiento aún ha generado desacuerdo a lo largo de los años en la comunidad científica (Hebert, et al., 2011; ACSM, 2014; Lewis, 2014). Tales discrepancias también se encuentran cuando el tema se dirige específicamente a la práctica de estiramientos en Brazilian Jiu-Jitsu (Costa et al., 2009; Oliveira et al., 2014).

No obstante, un estudio reciente ha demostrado que el mantenimiento del estiramiento durante 10 minutos tiene un efecto positivo directo sobre el mecanismo regulador de la inflamación en el tejido conectivo (Berrueta et al., 2016). Esta duración de ejercicio (10 min) difiere completamente del tiempo de mantenimiento recomendado para los ejercicios de estiramiento convencionales. El enfoque convencional recomienda una duración de aproximadamente 10 a 30 segundos, que ya se ha utilizado en estudios que involucran Jiu-Jitsu (ACSM, 2014); Costa et al., 2009); Oliveira et al., 2014). En otras palabras, hay una hipótesis de que la realización de estiramientos con el tiempo y cuidado adecuados, tal como se utilizó en el estudio de Berrueta et al. (2016), puede ser útil para atenuar la respuesta inflamatoria inducida por el ejercicio y, en consecuencia, mejorar el estado de recuperación después del esfuerzo. El Stretching Global Activo (SGA®) es un método de estiramiento no convencional que se aproxima más a la recomendación de tiempo de mantenimiento de estiramiento sugerida por Berrueta et al. (2016) (Grau, 2004); Souchard, 2012). Con el cuidado adecuado para no dañar el tejido muscular y con la labor activa en el tejido conectivo, el método se basa en la aplicación de principios y fundamentos de la Reeducación Postural Global para el deporte, con la intención de prevenir lesiones y mantener o mejorar el rendimiento físico (Souchard, 2012). Aunque el Stretching Global Activo (SGA®) se ha propuesto como estrategia para prevenir lesiones y mejorar la recuperación muscular después del ejercicio, pocos estudios han probado su efectividad para estos fines (Almeida Jr et al., 2018). Por lo tanto, los objetivos del presente estudio fueron dos: (1) verificar el efecto de un campeonato simulado de jiu-jitsu en el TSK medido por termografía y (2) analizar el impacto de la práctica de SGA® en los valores de TSK y la asimetría térmica en practicantes de jiu-jitsu.

Material y métodos

Sujetos

La muestra estuvo compuesta por 18 practicantes de jiu-jitsu masculinos (25.0 ± 3.1 años, 77.3 ± 5.4 kg de masa corporal, 175 ± 4 cm de altura, 9.9 ± 3.9% de grasa corporal), registrados en la Federación de Jiu-Jitsu de Sergipe, Brasil. Se consideraron los siguientes criterios de inclusión: competir a nivel regional; tener al menos 2 años de experiencia en el deporte y tener una frecuencia mínima de cinco días a la semana en los entrenamientos. Para la exclusión: estar lesionado; tener quemaduras en la piel en las extremidades superiores; fiebre en los últimos siete días; tener sesiones de fisioterapia; usar cremas, ungüentos o lociones dermatológicas para uso local; usar medicamentos antipiréticos o diuréticos, o suplementos alimenticios que puedan interferir con la homeostasis del agua o la temperatura corporal en las últimas dos semanas.

Antes de proporcionar su consentimiento informado por escrito, se informó a todos los sujetos sobre los requisitos y riesgos del estudio. El estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación con Seres Humanos de la Universidad Federal de Sergipe (Positon paper nº. 1.586.126) y se llevó a cabo de acuerdo con la Declaración de Helsinki.

Procedimientos

Este estudio transversal se llevó a cabo en el Laboratorio de Cineantropometría (recolección de datos) y en la Sala de Lucha (simulación de campeonato) de la Universidad Federal de Sergipe. Los participantes fueron asignados al azar a grupos de control (GC n=9) o experimentales (GE). Los protocolos experimentales se llevaron a cabo en tres días consecutivos: 1) inmediatamente después de obtener imágenes térmicas de línea base (termogramas), todos los participantes fueron sometidos a una simulación de campeonato de jiu-jitsu; 2) protocolo termográfico 24 horas después de la competición, seguido de la intervención SGA en GE y sin ejercicio en GC; 3) protocolo termográfico 48 horas después de la competición (24 horas después de SGA). La Figura 1 presenta la representación esquemática del diseño de investigación.

Figura 1. Representación esquemática del diseño de investigación. En la imagen, EG: grupo experimental; CG: grupo de control.

Imágenes termográficas

El protocolo termográfico fue llevado a cabo de acuerdo con las recomendaciones de la Asociación Europea de Termología (Ammer y Ring, 2006), en una habitación iluminada artificialmente con luces fluorescentes, sin flujo de aire dirigido hacia los sujetos, con una temperatura ambiental (21,8 ± 0,7 °C) y humedad relativa (HR) (48,5 ± 2,4%) controladas y monitoreadas por un termohigrómetro (Highmed, HM-01) (Fernández-Cuevas et al., 2015). Las termografías se tomaron durante tres días consecutivos en los siguientes momentos: inmediatamente antes del protocolo de simulación de campeonato de jiu-jitsu (primer día); 24 horas (segundo día) y 48 horas (tercer día) después del campeonato.

Se instruyó a los competidores que no realizaran ninguna actividad física vigorosa en las últimas 48 horas antes de la evaluación, que no consumieran alcohol ni cafeína, y que no utilizaran ningún tipo de crema o loción para la piel en las últimas 6 horas antes de la evaluación. Todas las evaluaciones termográficas se realizaron aproximadamente a las 8:00 p.m., después de un período mínimo de 10 minutos de aclimatación. Los sujetos usaron solamente pantalones cortos de natación, permanecieron de pie, no realizaron movimientos bruscos, no cruzaron los brazos y no se rascaron (Marins et al., 2014a). En el momento de la adquisición de las termografías, los participantes estaban en posición anatómica y la cámara estaba estabilizada en un trípode, a una distancia de 1,5 m de cada individuo, con la lente posicionada perpendicularmente a las ROIs. La TSK de las regiones de interés (ROI) del cuerpo se obtuvo mediante una cámara termográfica C2 (Flir System, Estocolmo, Suecia), con una medición que oscila entre -10°C y 150°C, precisión del 2%, sensibilidad < 0,10, banda espectral infrarroja de 7,5 - 14 µm, frecuencia de actualización de 9 Hz, resolución de 80 x 60 píxeles, y una emisividad establecida en 0,98 (Steketee, 1973). Para la delimitación de las ROIs, se adoptaron puntos anatómicos en la región anterior del hombro, la región anterior del brazo (fosa cubital y línea axilar), la región anterior del codo y la región anterior del antebrazo (fosa cubital y tercio distal del antebrazo), y sus puntos correspondientes en la región posterior (Marins et al., 2014a); Fernández-Cuevas et al., 2014). Se midieron los valores de ΔTSK entre las regiones contralaterales. La Figura 2 presenta la termografía de un participante con la delimitación de las ROIs, realizada en el software Flir Tools (Flir System, Estocolmo, Suecia).

Figura 2. Termogramas de un participante con la delimitación de las ROIs en vistas anterior (a) y posterior (b).

Simulación de competición

Con el fin de representar lo más cercano posible a las situaciones reales en competición (Kreiswirth et al., 2014), los 18 competidores representaron a tres equipos de jiu-jitsu en la ciudad de Aracaju, cada equipo con seis representantes. Después del sorteo de las peleas, excepto si los miembros del mismo equipo fueron seleccionados al azar para una pelea, cada atleta llevó a cabo tres peleas de 6 minutos, con intervalos de 10 minutos entre cada pelea, de acuerdo con las reglas de los campeonatos organizados por la Federación de Jiu-Jitsu. Sin embargo, para asegurar una duración homogénea de las peleas para todos los competidores, cuando había una «finalización» antes del tiempo máximo para cada pelea, el temporizador se detenía hasta que la pelea comenzara de nuevo. Después de que la pelea comenzara de nuevo, el conteo del cronómetro se reanudaba para completar el tiempo determinado por el estudio.

Stretching Global Activo – SGA®

Después del protocolo termográfico del segundo día, el GC no realizó ejercicio, simplemente descansó. Mientras tanto, el grupo experimental realizó la autopostura «acostado sobre la espalda con los brazos abiertos» durante 15 minutos para el estiramiento de la cintura escapular, brazos y antebrazos (Figura 3) (Souchard, 2004).

Para realizar esta autopostura, inicialmente, el individuo se posicionó en decúbito dorsal, con los brazos extendidos y alejados a 45° del cuerpo, apoyando la mayor parte de la región lumbar en el suelo, las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo (Grau, 2003). Con una exhalación profunda de la parte superior del pecho, gradualmente el individuo abdujo sus propios brazos para llegar al ángulo de 90°, donde colocó la palma de su mano hacia el suelo, sin compensación de la rotación del hombro y/o codo. Realizó una extensión de la muñeca y los dedos, ejecutó tres pequeñas contracciones excéntricas, cada una durando tres segundos, contra la resistencia impuesta por la guía debidamente habilitada. Al final de la última contracción, fue posible insistir en la ganancia de amplitud a través del reflejo miotático inverso (Grau, 2003; Souchard, 2012).

Figura 3. Autopostura «acostado sobre la espalda con los brazos abiertos».

Análisis estadístico

Realizamos estadísticas descriptivas (media y desviación estándar) y luego aplicamos el test de normalidad (Shapiro-Wilk) para verificar la distribución de los datos. Aplicamos el test de Friedman para monitorear los valores de TSK con el tiempo. Cuando se encontraron diferencias significativas, utilizamos el test post-hoc de Wilcoxon para identificarlas, considerando valores de p significativos ≤ 0,0167, según Field (2009). Para comparar los momentos equivalentes entre los grupos, se aplicó el test de Mann-Whitney.
Todos los tests se realizaron utilizando el programa SPSS para Windows v. 20.0 (IBM, EE. UU.). El tamaño del efecto fue calculado y se consideraron valores significativos de p≤0,05 en los tests de Friedman y Mann-Whitney.

Resultados

La Tabla 1 presenta los resultados de cada grupo, con el promedio de ΔTSK (°C) en las ROIs durante los momentos y las diferencias entre los grupos para los momentos equivalentes.

La Tabla 2 muestra los valores del test post-hoc de Wilcoxon para cada valor significativo después del test de Friedman.

Los valores promedio de GC de ΔTSK (°C) para el codo posterior y el antebrazo rechazaron la hipótesis nula al compararse a las 24h-48h y Pre-48h, respectivamente, mientras que GE rechazó la hipótesis nula en el valor promedio del antebrazo posterior en el momento de 24h-48h. Existe una diferencia entre los grupos en estos momentos: 48h del brazo anterior, 24h del brazo posterior, Pre del codo anterior, 48h del codo posterior y 24h del antebrazo posterior.

Discusión

El objetivo de este estudio fue verificar el efecto de un campeonato simulado de jiu-jitsu en TSK medido por termografía y analizar el efecto de la práctica de SGA® en los valores de TSK y la asimetría térmica en practicantes de jiu-jitsu. Los resultados indican un aumento en el ΔTSK (°C) de 0,34°C para el codo posterior y 0,09°C para el antebrazo posterior de GC. En GE, hubo una disminución en el ΔTP (°C) de 0,18°C para el antebrazo posterior. Todos los cambios estadísticamente significativos tuvieron en común la comparación con el momento de 48 h.

Una posible explicación para el aumento del ΔTSK (°C) después de 48 h en GC puede estar asociada con la respuesta térmica después de un ejercicio de alta intensidad, como se propone en la simulación de la competencia, por el proceso inflamatorio para la recuperación muscular, donde el aumento de TSK tiende a ser mayor después de 48 h, 72 h y 96 h (Neves et al., 2016) lo que, en este caso, puede haber contribuido al aumento del ΔTSK (°C) (Marins et al., 2015) debido a la especificidad de la modalidad o al brazo dominante del competidor.

En los estudios de Marins et al., (2014b) y Zhu y Xin (1999), los resultados muestran que el ΔTSK ≤ 0,3°C es un promedio normal para las regiones contralaterales en individuos sanos. Para los deportes, Marins et al., (2015) concluyeron que la referencia normal de ΔTSK es ≤0,4°C, excepto para algunos casos de especificidad, como un practicante de judo que ocasionalmente puede presentar una asimetría de 0,4°C a 0,8°C en el antebrazo y considerarse normal debido al esfuerzo en lograr el «kumi kata».

A pesar de las excepciones, los autores coinciden en creer que el ΔTSK ≥ 1°C en las regiones contralaterales es un problema significativo (Uematsu, 1985; Marins et al., 2015). Por esta razón, es necesario crear un perfil térmico del atleta, con el fin de saber lo que se puede considerar normal para el individuo, evitando que presenten y/o mantengan altos valores de asimetría que, independientemente de la especificidad, se consideran perjudiciales. Contrariamente a las expectativas de la respuesta térmica después de un ejercicio de alta intensidad que tiene influencia de especificidad, el GE presentó una disminución del ΔTSK (°C) en el momento de 48h. La auto-postura del Stretching Global Activo (SGA®) es un factor que podría haber interferido en esa respuesta, lo que apoya la hipótesis de que el estiramiento tiene un efecto antiinflamatorio (Berrueta et al., 2016).

Según Berrueta et al. (2016), la explicación del efecto antiinflamatorio del estiramiento se encuentra en su capacidad para aumentar los mediadores pro-resolución por células residentes en el tejido conectivo (fibroblastos y/o monocitos), con efecto mecánico directo en las moléculas de regulación de la inflamación dentro del tejido conectivo. En otras palabras, inhibiendo la migración de neutrófilos a través del alargamiento del tejido conectivo, independientemente de otros sistemas como el vascular, linfático o neuromuscular.

Se le da tanta importancia al alargamiento del tejido conectivo debido a su papel de ser un lugar para cambios inmunológicos en todo el cuerpo, así como la forma en que el agua, las proteínas y las células inmunitarias regresan al torrente sanguíneo a través de los vasos linfáticos (Langevin et al., 2013). Este tejido opera tanto en la resolución de la inflamación aguda como en la transición de la inflamación aguda a la inflamación crónica (Naylor et al., 2013; Berrueta et al., 2016). Sin embargo, el foco principal del SGA® es precisamente el alargamiento del tejido conectivo, con el objetivo de lograr plasticidad y efectos más duraderos, basados en los principios y fundamentos del método, como el fenómeno físico de «creep» y el trabajo activo con el mantenimiento de un tiempo superior, en comparación con los métodos convencionales (Souchard, 2004; Souchard, 2012). Este hecho mencionado diferencia el método utilizado en el presente estudio de otros ya investigados y descritos como ineficaces o perjudiciales (Costa et al., 2009; Herbert et al., 2011).

Otro hallazgo de este estudio está relacionado con los niveles de atención a la asimetría propuestos por Marins et al. (2015). Se observa que existen diferencias entre los grupos en los momentos 48h del brazo anterior y 48h del codo posterior con sus respectivos valores de (GE = 0,23°C; GC = 0,60°C) y (GE = 0,27°C; GC = 0,57°C). En este sentido, el grupo experimental se encuentra en una etapa normal para el nivel de atención a la asimetría, con valores ≤ 0,4°C, mientras que el grupo de control se encuentra en la etapa de monitoreo, con valores ≥ 0,5°C. Debido a este hecho, según Marins et al. (2015), se recomienda para el grupo de control una reevaluación para analizar si existe interferencia de algún factor externo que, en este caso, probablemente esté asociado a la respuesta térmica de 48h después del ejercicio. El GE tiene como factor haber realizado Stretching Global Activo un día antes de la evaluación del momento 48h, algo que puede justificar una reducción de la asimetría térmica, colaborando para que el competidor se mantenga en la fase normal en los niveles de atención a la asimetría.

También se encontraron otras diferencias entre los grupos en los momentos: 24h del brazo posterior, Pre del codo anterior y 24h del antebrazo posterior.

Estas diferencias pueden estar asociadas con el perfil térmico del competidor antes de la competición y/o la respuesta misma de 24h después de la competición (Fernandez et al., 2015). Los resultados corroboran que la región del codo (Scoggin et al., 2014; Kreiswirth et al., 2014) y, en consecuencia, regiones cercanas como el antebrazo y el brazo son más propensas a lesiones en los competidores de jiu-jitsu. Sin embargo, sugerimos que estudios posteriores con un tamaño de muestra mayor podrían aclarar mejor los hallazgos del presente estudio, incluso inducir a una inflamación en regiones específicas para que se pueda demostrar el verdadero efecto de la práctica de auto-postura SGA® antes de una posible inflamación en estas regiones.

En resumen, en caso de que el practicante de jiu-jitsu desee acelerar el proceso de recuperación de la región del antebrazo después de la competición, realizar una auto-postura SGA® durante 15 minutos al día siguiente de la competición puede ser más ventajoso que simplemente descansar durante 48 horas después de la competición.

Conclusiones

La práctica de SGA® de autopostura, además de no dañar el mantenimiento de los valores normales de asimetría térmica en las regiones contralaterales de las extremidades superiores de los practicantes de jiu-jitsu, puede restaurar los valores normales de asimetría térmica en la región posterior del antebrazo.

Agradecimientos

Los autores agradecen a FAPITEC/SE por su apoyo financiero. Agradecemos al profesor João Carlos BouzasMarins su colaboración.

Conflictos de interés

Los autores declaran que NO tienen conflictos de intereses en relación con la publicación de este manuscrito.

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