Generalidades

Las interdependencias de los movimientos cérvico-cráneo-motoroculares son tales que es difícil identificar las compensaciones específicas de uno de estos elementos, en el caso de patologías leves.

Con el fin de restaurar la integridad de cada elemento y, en particular, los movimientos motoroculares, sin compensación, se pueden realizar algunos ejercicios personalmente para mantener la perfección funcional de cada uno de estos músculos. Para ello, es recomendable llevarlas a cabo una vez a la semana.

Primer ejercicio

Mantener la cabeza alineada en el eje, permitiendo una mirada horizontal (Figura 1).

Probar los movimientos motoroculares en toda su amplitud, en todas las direcciones de la rosa de los vientos, sin ninguna compensación cérvico-cefálica. Obsérvese cualquier sensación de resistencia o baja de visión en las amplitudes máximas (Figuras 2 y 3).

Figura 1

Figura 2

Figura 3

Segundo ejercicio

En las máximas inclinaciones-rotaciones de la cabeza, lo que facilita mirar hacia abajo (Figura 4) o, por el contrario, mirar hacia arriba (Figura 5); en las amplitudes máximas de flexión anterior o de posteroflexión de la cabeza (Figuras 6 y 7), comprobar si el movimiento ocular estrictamente opuesto se lleva a cabo fácilmente (Figuras 4, 5, 6 y 7).

Notar si aparecen sensaciones de freno o de disminución de la nitidez de la visión.

Figura 4

Figura 5

Figura 6

Figura 7

Conclusión

En caso de ligera insuficiencia de movilidad o sensación de tensión específica en determinadas direcciones, a nivel de los músculos motoroculares, insistir con la punta del dedo sobre el/los músculos/s motorocular/es que presenten tensión retráctil y solicitar una contracción isométrica en la posición correctiva más excéntrica, como en el caso de los tratamientos motoroculares (ver curso de 5ª semana).

Repita los ejercicios hasta lograr la normalidad funcional y de la sensación.

No hay restricciones en estas autoposturas. Sin embargo, están especialmente recomendadas para pacientes que se han sometido previamente a un tratamiento motorocular con un fisioterapeuta en RPG.

Philippe Souchard, noviembre 2003
Gracias especiales a Rodrigo